Llevo muchos posts y casi otros tantos programas de radio hablando de temas relacionados con la maternidad y la paternidad, pero curiosamente no hemos tratado nunca el tema de la vivencia del parto. Hoy quiero hacer un pequeño repaso de lo que significa y cómo viven las familias de nuestra sociedad ese momento, clave en la vida de todos nosotros.
Yo tengo la sensación desde el punto de vista de madre que he parido y que he visto cómo se viven diferentes partos en mi entorno, incluso en los medios de comunicación, de que es un proceso fisiológico natural que de alguna forma se está desvirtuando, incluso deshumanizando diría yo.
A mí me parece que se está convirtiendo en un trámite, una gestión, que cuanto más rápido, menos intenso y menos consciente, más cómodo para todos. Y desde el punto de vista médico, en algunos casos, parece que se trata más como una “enfermedad” que como un acompañamiento, en principio, dentro de una situación saludable.
Yo creo que el miedo desmesurado que puede llegar a provocar el parto en las mujeres hoy día se malinterpreta y pasa a verse como una incapacidad de la mujer para parir. Entonces nos metemos en una rueda, como antes decíamos, más relacionada con una enfermedad, en la que se interviene, se medica hasta desnaturalizar el proceso biológico por sistema
Hace tiempo leí una frase que decía que «cómo son nuestros nacimientos o nuestros partos dice mucho de cómo es la sociedad en la que vivimos» y me dio qué pensar. Se ha demostrado que cómo nacemos y cómo una mujer afronta el parto condicionan los primeros momentos de vida del bebé y de la madre… Y así como damos importancia a otras cosas en la vida, que menos que dar valor a una relación tan importante como la del niño con su madres, es decir, con el mundo.
Y aunque parezca una tontería, las decisiones que se toman en torno a un parto tienen consecuencias incluso a nivel sociológico, porque influyen en el papel que la sociedad otorga a las mujeres, en la actitud que el sistema toma con las niñas y con los niños…
Habría mucho que analizar y debatir sobre esto.
Y como yo no soy experta más allá de ser amatxo y haber parido dos veces… Para hablar de la importancia de cómo afrontar el embarazo, el parto y el posparto, el cuerpo, tanto desde el punto de vista físico como el emocional, tengo el lujo de presentaros a Alazne Apalantza.
Ella es fisioterapeuta obstétrica y uroginecológica, que atiende en los espacios que MeitaiMaitie tiene en Tolosa y Zarautz, con el equipo de Gloria Urkola, a la que ya os presenté cuando hablamos de portabebés hace ya unas semanas.
¿Qué importancia tiene llegar al momento del parto preparada física y emocionalmente?
Es verdad que a veces la mujer embarazada es tratada como una persona enferma. Se está perdiendo la naturalidad de vivir en sí la etapa del embarazo. Desde el punto de vista fisioterapéutico, sobre todo en otros países, se ha hecho más un abordaje multidisciplinar: fisios, matronas, ginecólogos. Aquí cada vez más, está ocurriendo lo mismo. Estas nuevas generaciones de mujeres y profesionales han cambiado el chip, más allá de lo que pueda parecer una moda.
En tu trabajo diario con las mujeres en concreto y las familias en general, ¿qué carencias sueles detectar en el momento de afrontar el parto?
En los grupos con los que trabajo, una de las cosas que más me llama la atención es que no conocemos nuestro cuerpo. Tenemos muchísima información, pero realmente muchas veces no conocemos nuestros cuerpos. No nos paramos a pensar cómo funcionamos, más allá del parto, nuestro cuerpo en general. Para así entender que esta vivencia sexual (el parto) es algo normal y que estamos preparadas para ello.
Conocernos también nos ayuda a afrontar el posparto con mayor conocimiento y así poder entender qué nos pasa y por qué nos pasa.
¿Qué labor de prevención se puede hacer en el preparto para llegar preparadas física y emocionalmente?
Principalmente saber que no estamos enfermas. Habrá excepciones, pero en principio es un proceso sano y natural. Debemos conocer cómo se comporta nuestro cuerpo durante el embarazo, y así poder adaptarnos a cada etapa y a cada momento.
El cuerpo cambia muchísimo justo antes del parto, y conocer esos cambios permite trabajarlo. Es una vivencia muy potente. Y emocionalmente, es fundamental quitarnos los miedos. El miedo es muchas veces la base del dolor. El miedo nos desconecta del bebé y de la vivencia.
Conclusión
Es muy importante informarse y concienciarse de la importancia de todos estos aspectos que hemos hablado porque de una forma directa nos va a ayudar a establecer una mejor relación con nuestros hijos, y de una forma indirecta, aunque parezca exagerado, nos va a ayudar a construir un mundo y una convivencia más saludable, justa y respetuosa a todos los niveles.
Y recordaros que si queréis más información sobre el trabajo que hace Alazne Apalantza, podéis acudir a la web de MeitaiMaitie y ahí ver la información sobre grupos, horarios y demás, o contactar con Alazne (alazne@meitaimaitie.com) para cualquier consulta.
Si queréis escuchar todo lo que hemos hablado, no es perdáis el audio del programa de esta semana, también en Graffiti de Radio Euskadi (sobre el tema de hoy, a partir del punto 01:14:40).
Muchos de los datos de la intro de este post han sido tomados de InfoCOP.