Llevo todo el verano intentando escribir un post y se me ocurren tantos temas que no sé por cuál decantarme. Y cuando me decanto por uno, no sé de dónde sacar el tiempo para escribirlo con un poco de fundamento.
De momento mis vacaciones han terminado, tras una combinación de camping en las Landas, lluviosos días en casa y unos típicos días sorianos en Navaleno con breves pero bonitos reencuentros. El balance es positivo, y disponer de tiempo para disfrutar con Jare, con Jon, amigos y con la familia en general ha sido sin ninguna duda, lo mejor. Volver a la rutina laboral cuesta.
Este verano está siendo especial para mí. Tengo la sensación de estar cambiando de piel. No me preguntéis por qué, pero tengo esa sensación. El futuro dirá lo que significa, pero siento que será para bien.
De momento, en este blog se va a notar el cambio de piel en algo, ya que tengo intención de ampliar ligeramente los temas a tratar. Seguirá siendo un blog personal como ha sido hasta ahora, pero leo, veo, descubro tantas cosas interesantes, que creo que me animaré a hacer aportaciones y publicaciones de posts quizá más breves pero más frecuentes. Seguiré hablando de temas relacionados con la maternidad, la crianza, el apego, lactancia, el respeto… Pero quizá me anime con más cosas: algo de productos interesantes que a mí personalmente me han facilitado la vida, herramientas que te ayudan en el día a día (la mayoría online)… de todo un poco.
Pues nada, seguiré atenta a ver qué me depara este cambio de piel (¿o será que algo más adentro está cambiando?).