El lunes fue un día agotador. Arrastro un catarro fuertísimo desde hace casi un mes y ya el lunes el médico decidió hacerme una radiografía de urgencia para descartar que tuviera neumonía. Buenas noticias, no tengo neumonía. Malas noticias, tengo los bronquios cerrados y esto va para largo… Con este panorama, sin dormir, con algo de fiebre, me enfrentaba al retorno a la radio, después de unos días de descanso tras el cambio de dirección del programa, de Urko a Galder.
Elegimos un tema que a mí me ha tocado vivir muy de cerca de formas muy diferentes y que desde entonces trato con un gran respeto: cómo afrontar el periodo de adaptación al cole de un niño pequeño.
El mismo idioma emocional
En noviembre, gracias al evento organizado por Maider Pérez de Charlando en el patio, en el que se celebró un bonito primer encuentro de madres blogueras de Gipuzkoa (#AmaBloggerSS), conocí a muchas mujeres muy-muy interesantes. No descarto que algunas de esas mujeres se pasen algún día por este blog, pero hoy le ha tocado el turno a Izaskun Valencia, psicopedagoga y autora del blog www.educacion-emocional.es, y a la que conocí en aquel encuentro y sigo de cerca en su blog.
Izaskun y yo no nos habíamos vuelto a ver y compartir la tarde de radio del lunes con ella fue un lujo, un placer y un descubrimiento. Por desgracia no suelo encontrarme muy a menudo con madres, con mujeres, que hablen en el mismo idioma emocional que el mío, así que cuando de repente me encuentro con una persona que sí lo hace, las horas se hacen minutos y nos encontramos pisándonos las conversaciones porque… ¡hablaríamos de tantas cosas! Sin embargo, esta semana el tema era uno y los minutos limitados, así que antes del programa nos preparamos bien el tema, y después intentamos compartir un poquito más durante el viaje de vuelta a casa.
Pero me estoy desviando, al grano.
La importancia del periodo de adaptación al cole en los niños pequeños
No me quiero poner trágica, pero sí que en el post de hoy quiero dar la importancia que creo tiene ese periodo de adaptación que se da en los centros escolares cuando los niños van al cole por primera vez. Aquí, la mayoría de los niños empiezan el año que cumplen los 2 años (algunos con los 2 años ya cumplidos, y los menos con 1 añito y varios meses).
Cuando los padres nos encontramos en la tesitura de elegir el centro escolar en el que queremos matricular a nuestros hijos, ¿en qué nos fijamos? Hace una semana hablamos de las diferentes pedagogías y formas de aprender, pero no hicimos especial hincapie en lo más inmediato que va a vivir nuestro hijo, que es el periodo de adaptación al centro.
¿Cuántos padres preguntan cómo será el periodo de adaptación si sus hijos acuden a ese centro?
Persnalmente, lo que yo he visto y sigo viendo es que hay muchas formas de verlo y muchas opiniones al respecto (¡demasiadas!). Pero no sé si muchas de las opiniones que se lanzan están fundamentadas. Por eso me hacía especial ilusión que Izaskun Valencia, desde su punto de vista de madre y psicopedagoga, nos diera un punto de vista más experto y especializado al respecto.
Hay un tema que a mí me llama muchísimo la atención y es cómo reaccionan muchos padres a esta fase. Sé qué el problema de fondo es también el de la conciliación, pero quién no ha oído a padres quejarse porque «¿cómo voy a estar durante una semana yendo 1 hora al cole todos los días?», «pero, a ver, si todos lloran, es normal», «pero si en cuanto nos vamos dejan de llorar y se lo pasan pipa». He llegado a escuchar decir que lo hacen para fastidiar, para hacernos chantaje… ¿?
Yo he pasado por 2 adaptaciones y han sido experiencias tan distintas que una vez más creo que tanto centros escolares, como padres, como empresas en las que trabajan los padres deberían ser más flexibles en estos periodos. Son una pocas semanas, que bien llevadas pueden hacer mucho bien a los niños en esa primera fase de adaptación.
Y por concretar un poco más, me gustaría que Izaskun nos aportara un poco de luz sobre los siguientes aspectos y preguntas.
¿Es realmente importante esa fase de adaptación?
Es muy importante y algo necesario. Si queremos respetar la inteligencia emocional del niño, tenemos que acompañarle en este proceso. Un niño que llora es un niño que sufre, así que si un niño afronta esta adaptación con sufrimiento debemos ver qué está pasando. Los niños, que ya tienen un apego establecido con sus padres, no pueden pasar a estar con gente que no conocen de la noche a la mañana. Los niños necesitan su tiempo y necesitan aprender que aunque los padres nos vayamos, no les estamos abandonando, aprender que vamos a volver. Y eso no se aprende en un día.
¿Y cómo lo vive el niño?
El niño vive en el «si no te veo, no estás» y para ellos es muy duro estar dos horas pensando que no vas a volver. Hay niños que se adaptan con facilidad, aceptan el cambio de forma positiva, pero hay niños que necesitan algo más personalizado/específico y no el proceso más o menos rígido previsto para todos los niños.
¿Qué puede pasar si no lo resolvemos bien?
Los niños tienen memoria afectiva y en su cerebro se quedan grabadas tantos las experiencias positivas como las negativas. Un niño que es obligado a acudir al cole contra su voluntad, sin un proceso adecuado, y sin darle el tiempo que necesita para entender y aceptar la nueva realidad de forma positiva, es un niño al que estamos dañando su autoestima, porque entiende que no se le está teniendo en cuenta y lo vive como que su madre o su padre realmente tienen algo más importante que hacer que estar con él.
Corremos el riesgo de que el niño se quede anclado en este punto y que más adelante, pasados los años, tienda a reproducir la situación a lo largo de su escolarización, con consecuencias concretas como: dificultades de aprendizaje, problemas de atención, regresión… Situaciones complicadas, que no nos gustan, y que en muchas ocasiones no relacionamos con esta primera fase.
¿Qué deberíamos tener en cuenta para una mejor adaptación?
- Elegir un centro que respete el ritmo del niño y estar nosotros disponibles para ello.
- La escolarización temprana no es la mejor opción para la inteligencia emocional de un niño, aunque sabemos que hay opiniones contrarias a este tema.
- Cuanto más tarde mejor.
- Una vez que sabemos que el niño va a empezar al cole, acercarle al centro e ir conociendo el entorno del centro para que el niño se vaya familiarizándose.
- Explicarle al niño lo que va a pasar y lo que va a hacer, sin idealizarlo, porque a veces les contamos que el cole es una fiesta, y aunque es evidente que van a jugar y a experimentar disfrutando, lo ideal es que demos una versión lo más realista posible.
- Podemos utilizar cuentos para ayudarles. Elegir bien el cuento y que en la historia el niño quede bien recogido (no todos los cuentos valen).
- Mostrarnos cercanos con la profesora, para que el niño perciba esa cercanía y esa confianza que nosotros tenemos con el profesor o profesora.
En resumen, centrarnos un poco más en el niño, observarle, ver cómo lo va llevando y actuar en consecuencia.
Y si queréis escuchar más sobre este tema, os dejo el programa del lunes, también en Graffiti de Radio Euskadi (sobre el tema de hoy, a partir del punto 01:16:10).