Pues sí, este post va de leche. Y de paso inauguro una nueva filosofía de blog. Sí, ya sé que lo acabo de retomar, pero parezco una adolescente con crisis de identidad, hoy creo una cosa y mañana otra. Hoy creo que voy a replantear la filosofía que había decidido seguir respecto al idioma de este blog, y es que si el bilingüismo es un tesoro, voy a hacer uso de él. Si mi vida se reparte en un inconsciente e indiferente uso del euskara y del castellano, pues eso mismo voy a hacer aquí. Y de paso, y sin su permiso, voy seguir la lógica aplastante de mi compañera de trabajo @Orreaga que ha corroborado lo que yo intuía, si soy yo la que escribe en este blog, escribiré como me lo pida el cuerpo, algunas veces en euskara, y otras en castellano.
Y lo de la leche… todo un nuevo un mundo. Nunca me había planteado si la leche (de vaca) era buena o mala. Siempre he pensado que era buena, todo el mundo la toma y todo el mundo la recomienda. De todas formas yo no he sido nunca muy lechera. De pequeña no me gustaba y no la he tomado en abundancia y ahora tampoco me entusiasma así que no la tomo si no es en derivados como yogures o queso. [Read more…]